“Se trata de la primera flota de autobuses de dos pisos, piso bajo y bajas emisiones para tránsito urbano en Latinoamérica que revolucionará el transporte en el Paseo de la Reforma”, sostuvo la compañía en el informe.
La Línea 7 del Metrobús de la Ciudad de México constará de un trayecto de 15 kilómetros que circulará de Indios Verdes a Periférico con una afluencia estimada de 100 mil pasajeros diarios. (365 x 100 000 = 36,500.000 (treinta y seis millones quinientas mil personas, siempre y cuando, las cien mil personas viajaran a diario durante un año).
El sistema de Trasporte Colectivo (Metro) transporta alrededor de 4.6 a 5.3 millones de personas diariamente.
La elección de la empresa se realizó el 29 de septiembre del 2015, luego de realizarse pruebas en las que una agencia independiente (¿Nacional o internacional?) de la cual no se especifica nombre, analizó fiabilidad, comodidad, calidad, niveles de ocupación, flujo de pasajeros y satisfacción.
No importando por supuesto que se destruirá parte de la reserva verde de la CDMX, que se tenga que importar el combustible desde Inglaterra, a un precio elevado, porque cada unidad emplea un diesel especial que no producimos en México. Tecnología que está siendo desechada en esa isla británica y que ha sido enviada a diversos países o conglomerados que siguen bajo la bandera de San Jorge. México país que quiere salir de su atraso, pero que no debe de deslumbrarse ante la megalomanía de un señor que quiere ser presidente de México.
Cada unidad costó al país, al pueblo, no al gobierno, nada más que once millones de pesos. Cuando una unidad verde (autobuses hechos en México) que están dando servicio todavía, bien revisados, con servicios de mantenimiento adecuados, bien conducidos, cuestan sólo tres millones de pesos cada uno.
A este señor que ya ordenó eliminar cientos de árboles de una zona “que debería haber sido protegida contra la tala criminal de este señor” el cual ya está construyendo edificios a lo largo de “su Paseo de la Reforma” los cuales va a venderlos y tener el dinero suficiente para solventar una campaña presidencial. Un señor que en su afán de ser protagonista, no le importa destruir, talar, romper, con tal de salirse con su voluntad equivocada de ser el “señor del que hablarán por décadas”. “El señor del Paseo”; el personaje que destruyó tan emblemática avenida.
Retardo
El maestro en urbanismo y experto en movilidad, Salvador Medina Ramírez, comentó que con unidades saturadas se retardaría el ascenso y descenso y con ello las velocidades de los buses.
Además señaló que la saturación podría representar un riesgo para las seguridad de los usuarios, ya que con el fin de anticipar su bajada, bajarían las escaleras del segundo piso con la unidad en movimiento.
“Si la mitad de la gente va a estar en la parte de arriba y va a bajar por una escalera muy estrecha, los tiempos de ascenso y descenso van a complicar muchísimo la operación de los autobuses, entonces se va a volver más lento el ascenso-descenso, de lo que sucede en otras líneas y no será un servicio eficiente”.
La Línea 7 del Metrobús en sus 90 unidades de dos pisos contará con capacidad para 130 personas, de las cuales 86 irán sentadas (57 de ellas en la parte de arriba).
Los buses fueron adquiridos por los concesionarios de la Línea 7 a la empresa Alexander Dennis por mil millones de pesos, a razón de 11 millones de pesos por unidad solamente.
Medina Ramírez consideró que estas unidades per se no son malas, “son muy prácticas cuando no tienes altas demandas, pero si se saturan mucho, no es un vehículo que vaya a ser práctico, ese es el problema. No vas a poder prestar un servicio rápido y de alta calidad”.
En su opinión, hizo falta un análisis técnico serio para justificar la compra de las unidades de dos pisos sobre otro tipo de autobuses, como articulados o biarticulados ligeros.
“Pareciera que fue una decisión ejecutiva la compra de estos autobuses y no parece que haya un argumento fuerte o una razón de peso para elegir estos autobuses sobre otros”.
Por ello, enfatizó, “queda la duda de que en realidad la compra de estos autobuses obedece más a una decisión estética o de enviar una idea política (de MAME) para que “véanme estoy poniendo un tipo de vehículo que nadie había visto”, pero eso, no necesariamente es lo mejor para la Ciudad”.
El 14 de junio del 2017, MAME, lo dijo: “Si tengo que mover algo, si tengo que quitar algo para beneficio de la gente, no me importa que nos amenacen con que nos van a denunciar, que violamos suspensiones, yo tengo que ver por el beneficio de la gente, además lo voy a hacer yo, el que lo va a ser, soy yo”.
El 2 de junio de 2017, el subdirector de Amparos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) exhibió en el juicio de amparo un oficio emitido por el coordinador Nacional de Monumentos Históricos del INAH, del que se desprenden elementos que llevan a considerar que toda la avenida Paseo de la Reforma constituye un monumento histórico protegido por determinación directa del Congreso de la Unión. Pero MAME, se pasó ese amparo y al Congreso por al arco del triunfo.
Datos al calce:
1,000 – Millones de pesos costaron los 90 buses de dos pisos (11 millones cada uno)
130 – Personas caben en cada unidad
7 de cada 10 – Pasajeros irán sentados
8 – Cámaras de vigilancia conectadas al C5
4 – Metros de altura tienen los autobuses
32 – Estaciones tendrá la Línea 7 del MB
180 – Camiones obsoletos saldrán de circulación (en lugar de construir autobuses mexicanos no contaminantes al precio de 3 millones cada uno)
1.15 – Horas dura el trayecto actual Indios Verdes-Fuente de Petróleos
45 – Minutos calculan dure el trayecto con la función completa de los metrobuses de la Línea 7
Desafortunadamente, veremos los resultados de toda esta “parafernalia Mamista” al cabo de los años. Y padeceremos las consecuencias.